Con este texto terminamos la serie Fascismos y Antifascismos resultado de la reflexión colectiva realizada el 15 de abril del 2017 en Monterrey, Nuevo León (México). Nuestro objetivo fue el construir reflexiones locales que nos ayudaran a comprender los contextos globales para crear referencias que nos permitan resistir al crecimiento del fascismo y las diversas presentaciones de la extrema derecha desde la organización crítica.
Anexamos una lista de bibliografía que sirve como referente para profundizar en el estudio del fascismo y el antifascismo. Esperamos que esta serie sirva para continuar con el trabajo reflexivo e impulsar el trabajo organizativo.
El pensamiento autoritario en Monterrey
El fascismo y el autoritarismo tienen una larga pero oculta historia en Monterrey. Aquí existe un fascismo fantasma que es utilizado por la burguesía regional cuando le es conveniente.
Pero el triunfo de la burguesía regia tenemos que comprenderlo más allá de lo que llamamos o identificamos como fascismo, ya que dicha ideología fue solo un eslabón más en la cadena de la dominación de una clase sobre otra. Antes del fascismo vemos la dominación en la guerra contra los pueblos originarios de estas tierras, mientras que para el resto de la población se desarrollan diversos métodos como leyes contra la vagancia y la “vida indigna” a lo largo del siglo XIX, para mantener el «control».
Tras el estallido de la Revolución Mexicana la burguesía regia mermó los intentos de organización obrera a través de la construcción de organizaciones obreras-patronales cuyo sistema consiste -hasta hoy- en premiar o castigar a sus obreros de forma administrativa y/o violenta.
Desde 1918, los empresarios regiomontanos utilizaron dichas organizaciones para proveer a sus trabajadores de educación, vivienda, salud, deporte y cultura, todo moldeado según las necesidades ideológicas y económicas de la clase dominante, lo que a su vez va construyendo la visión del proletariado que se integra al proyecto modernizante de las principales industrias (Cervecería Cuauhtémoc, Fundidora, Vidriera, etc.).
En términos de Gramsci, esto da pie a la creación de lo que conocemos como bloque histórico, es decir, la integración de estrategias de represión y conciliación entre clases. Entendiendo esto es más sencillo comprender el como la burguesía regiomontana pudo hacer frente al proyecto “revolucionario” de Lázaro Cárdenas. Ofensiva que se da al nivel de base con la creación de sindicatos blancos, bloqueando así la hegemonía del gobierno nacional con el fin de asegurar el poder que venían construyendo desde el siglo XIX.
Tras la década de 1940 se consolidó la alianza entre empresarios y el gobierno del recién nacido Partido Revolucionario Institucional, con lo que se manejarán con relativa paz hasta las décadas de una nueva crisis capitalista en la década de 1970. Pero no existe una ruptura considerable, hasta el día de hoy el pensamiento social cristiano y el liberalismo económico de la burguesía regia se mantiene como la ideología hegemónica en nuestra ciudad, diversificada y adaptada.
Hubo ocasiones en que existieron organizaciones abiertamente fascistas como por ejemplo las Camisas Doradas, las cuales sirvieron como músculo de la Unión Nacional Sinarquista, agrupación política que sobrevive hasta el día de hoy y se define como nacionalista, anticomunista, católica, popular, nacionalsindicalista y Social Cristiana; dicho grupo de choque fue utilizado por la burguesía regia para reprimir la organización autónoma de los obreros industriales.
A su vez existen organizaciones no abiertamente fascistas pero que son grupos que ayudaron a cimentar el poder de la élite durante el siglo XX como la Alianza Anticomunista o la aún vigente Unión Neolonesa de Padres de Familia que se mantiene a través de los años en oposición a los avances educativos en México, principalmente se muestran renuentes a la introducción de los avances que se han hecho en cuanto a educación sexual, los derechos igualitarios y el aborto.
Bajo la bandera de la defensa de la familia, reforzada por agrupaciones de barrios de las empresas, sindicatos blancos, Iglesias, escuelas y la comunidad, ésta organización salió a las calles en dos momentos específicos de la historia del país: 1962 y 2016. En esta última ocasión las manifestaciones fueron masivas, convocadas por el Frente Nacional por la Familia -iniciativa que impulsó la Unión Neolonesa de Padres de Familia- con reproducciones en las principales ciudades del país, mostrando el alcance y la profundidad de las instituciones de la burguesía y la Iglesia en nuestra ciudad y país.
Estas manifestaciones masivas de la intolerancia hacia las perspectivas de género que se incluían en la reforma educativa del país -que hay que señalar que distaban mucho de ser las políticas adecuadas para el avance actual de los estudios de género y sexualidad-, y en general la creciente tendencia nacionalista en México, como en el mundo, son solo posibles a través de siglos de imposición de la ideología dominante, siglos de depredación capitalista y décadas de individualización, así como de la destrucción de la organización obrera, es decir: se debe al avance de la Modernidad Capitalista Patriarcal.
Personalidad autoritaria.
Ciertamente no podemos concebir un sistema de dominación sin aquellas personas que lo sustentan, la gente no es ajena y ciertamente la vida no se reduce a las víctimas y victimarios. El desarrollo de un sistema social se basa en buena parte de la aceptación de quienes conforman determinada sociedad. En este sentido, los sistemas autoritarios, llámese fascismo, democracia o dictadura del proletariado, necesitan del desarrollo de la personalidad autoritaria.
La teoría de la personalidad autoritaria ha sido desarrollada por diversos estudiosos desde el ascenso del fascismo en Italia y Alemania. Erich Fromm y Theodor Adorno son los responsables de desarrollar las bases de esta idea. La personalidad aquí se entiende como el conjunto de fuerzas internas del individuo más o menos duraderas la cual nos predispone a una forma de comportarnos, más no es un comportamiento en sí mismo.
El principio de esta teoría es psicológica ya que habla del desarrollo de la personalidad autoritaria en la infancia a través de la familia, pero es también sociohistórica ya que la autoridad tiene orígenes y reproducciones históricas en los procesos de dominación y resistencia. Es a través de estos procesos que se crean las características del pensamiento autoritario.
Adorno, Frenkel, Levison y Sanford describen este tipo de personalidad como un conjunto de tendencias contradictorias: el autoritario defiende su independencia pero obedece ciegamente a la autoridad, manifiesta orgullo de su individualidad pero manifiesta un constante temor de parecerse a los demás y por supuesto, desarrolla el desprecio por las minorías y las diferencias a las que considera el causante de que su status quo se vea afectado.
Existen correspondencias entre las decisiones, opiniones y posturas que tomamos sobre respectivos temas, desde los aspectos más íntimos de la vida personal y/o profesional, hasta los aspectos que influyen en la vida de otrxs como la militancia política y/o el racismo. El miedo y la dependencia influyen en las vidas de las personas y en muchas ocasiones las personas reaccionan desde la personalidad autoritaria, es decir, desde la violencia contra un grupo determinado de minorías raciales, sexuales o políticas.
Recalcamos (como lo hicieron muchxs antes de nosotrxs) que esta teoría se refiere a potenciales reacciones y manifestaciones psicosociales del proceso de dominación, el cual no es posible de eliminar con terapias psicológicas o con derrotas militares a las fuerzas organizadas del fascismo. Para derrotar al fascismo de una vez por todas se necesita cambiar la sociedad en sus cimientos y destruir las jerarquías autoritarias que nos rodean, es decir, creando no solo la personalidad, sino también la sociedad antiautoritaria.
Pensamiento antiautoritario
Es más difícil describir una personalidad antiautoritaria ya que es casi imposible encontrar personas con estas características en las sociedades industrializadas de Occidente u Oriente, ambos hemisferios del globo basan sus civilizaciones en el principio de autoridad (ya sea divino o civil). Aún con esto, es posible rastrear realidades antiautoritarias en civilizaciones normalmente consideradas como salvajes donde las estructuras de la autoridad no existen o no son concebidas de manera impositiva, sino que responden a peculiaridades culturales como el conocimiento, la religión o la relación de los géneros en una comunidad determinada.
Hoy en día, podemos hablar de tres ideas/praxis que avanzan hacia la creación de un mundo antiautoritario: los anarquismos, la liberación de la mujer y las autonomías.
Los anarquismos son posturas políticas y de vida que rechazan todo tipo de gobierno y toda forma de autoridad en las relaciones sociales. Se ha desarrollado desde el siglo XIX en diferentes proyectos, movimientos, grupos y reflexiones, todas en busca de la construcción de una sociedad y una personalidad antiautoritaria creada en base a la igualdad política y económica, el respeto a la libertad individual y la colectivización como principio económico.
Por su parte, hablamos de liberación de la mujer y no de feminismo ya que no existe un solo feminismo y porque los feminismos occidentales hoy se encuentran con la propuesta de la jineology, es decir, la ciencia de las mujeres. Para las feministas que usan de una manera u otra el análisis interseccional, es decir, el análisis de las formas de explotación que se atraviesan por las categorías de género, raza, clase y ecología, principalmente, les ha sido posible desarrollar formas de trabajo dirigido a individuxs y a comunidades que responden a sus necesidades inmediatas. Mientras que la jineology a partir de los cuestionamientos: “¿Quién es la mujer? ¿De dónde viene? ¿A dónde va? ¿Cómo ha vivido hasta hoy? ¿Cómo deben vivir las mujeres? ¿En qué tipo de sociedad?” han llevado a las mujeres del Kurdistán a crear un desarrollo teórico que en la práctica está generando una nueva sociedad, una sociedad no patriarcal. Es claro como el compromiso y la determinación de las mujeres para transformar las relaciones entre la diversidad de cuerpos y cuerpas en nuestra sociedad ha trastocado el autoritarismo que todxs llevamos dentro, incluyendo a anarquistas y feministas.
Finalmente, desde los rincones de las sierras, las selvas, los bosques, los desiertos y las costas de todo el mundo se han ido formando los proyectos de comunidades autónomas. En México desde el levantamiento del EZLN en 1994 y tras el desastre nacional que significa la aún vigente Guerra contra el Narco, cada vez son más las comunidades que se levantan en armas para defender su autonomía, que dependiendo del proceso en que se encuentre la comunidad puede tomar tintes antiautoritarios y anticapitalistas. Estos ejemplos se extienden por todo el mundo.
Las tres experiencias del pensamiento antiautoritario que brevemente expusimos aquí, no buscan una homogeneidad de la sociedad, ni mucho menos una imposición de creencias. Sino que nutren con sus planteamientos a quienes buscan la creación de una sociedad distinta y marcan pautas de acciones para luchar contra la autoridad en la presentación que venga enlatada. El machismo, la obediencia acrítica al gobierno, el fanatismo religioso, el capitalismo en todas sus formas, el racismo, la discriminación y en general toda práctica autoritaria no tienen cabida en la sociedad antiautoritaria.
Conclusiones
Tras esta revisión solo queda aclarar que el compromiso de la lucha contra el fascismo, y en consecuencia, contra la autoridad, no puede limitarse a una lucha específica o a un momento histórico delimitado. La lucha contra la autoridad debe llevarse a las calles y a nuestras cabezas.
No somos Santos Patronos del Respeto, de hecho cometemos actos de violencia, machismo y odio día a día. Pero el reconocimiento de éstas prácticas es nuestro primer paso para transformarlas. Cuestionarse las relaciones familiares, afectivas y sociales son los pasos que nos llevan a posicionarnos entre lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que podemos transformar, lo que se puede construir y lo que debe ser destruido.
Es en vano luchar contra una agrupación neonazi si no somos capaces de reconocer nuestras violencias cuando se nos denuncia por parte de las mujeres que nos rodean. Es ilógico luchar contra la militarización en nuestro país si no se es capaz de resolver un problema personal sin recurrir a los golpes. La lucha contra el fascismo se lleva día con día, minuto a minuto en la intención de transformarnos y transformar nuestras relaciones con quienes rodean. Siempre siendo conscientes de que no todxs quieren ser transformados.
Por último es necesario recordar que aunque se lleve esta lucha en la cabeza diariamente, también es necesario llevar la lucha a la calle, al centro de trabajo, a la colonia, la escuela o la familia. No podemos caer en la autocomplacencia de sentirnos personalidades antiautoritarias si no practicamos las bases de ésta: la solidaridad y la revolución.
Guía de lecturas para la lucha contra el fascismo:
a) Historia y análisis del fascismo:
-Orígenes económicos, políticos, y sociales del fascismo – A. Lehmann
-IMPERIALISMO Y FASCISMO (I). El fascismo lo cultiva el imperialismo – Miguel A. Montes
-Fascismo y Antifascismo – Alejandro Andreassi Cieri
-La Geopolítica y el Fascismo dependiente – Antonio Cavalla y Jorge Chateaux
b)Historia y análisis del antifascismo:
– ALGUNOS APUNTES SOBRE EL ANTIFASCISMO – Grupo Ruptura
– Antimilitarismo, una visión anarquista – Federación Local de Sindicatos de Madrid
– Trump and everyday anti-fascism beyond punching Nazis – Mark Bray
c) Perspectivas actuales desde México y América Latina
-El ascenso de la derecha en América Latina – Mohamed A. El-Erian
-Militares, derechos humanos y seguridad interior – José Antonio Guevara Bermúdez
– DERECHIZACIÓN, POPULISMOS Y LUCHA DE CLASES – MASSIMO MODONESI
c) Contra nuestrx fascista interior
Educación para la Emancipación – T. Adorno
La personalidad autoritaria – T. Adorno
Bloque Negro y acción directa
– En defensa de l@s anarquistas: Notas sobre la acción directa, ayer y hoy – Claudio Albertani
– El Bloque Negro en el corazón del imperio – David Graeber
– Bloque negro, el contingente incómodo de las manifestaciones – Rafael Camacho
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